Liderazgo: Discurso motivacional frente al cambio
La responsabilidad personal en el cumplimiento de las normas de seguridad.
“El tiempo lo cambia todo, eso es lo que la gente dice, pero no es
verdad. Hacer cosas cambia las cosas. No hacer nada, deja las cosas exactamente
como están”.
En primer lugar, quiero darles un cordial saludo a todos ustedes,
esperando que se encuentren bien en todos los aspectos de su vida, laboral y
personal.
El Doctor Gregory House, estoy seguro que lo conocen, es un
personaje de una serie de televisión norteamericana que ha dejado huella por su
especial personalidad y, por lo mismo, guarda directa relación con el motivo
por el que nos hemos reunido hoy. Todos sabemos que House es un personaje
imperfecto, pero sumamente inteligente y perspicaz. De alguna forma, a todos nos
gustaría parecernos a él. Quizá su carácter práctico lo hace tan atractivo y
llamativo. Creo que su frase deja en evidencia esa característica; su actitud
frente a nuevas situaciones y problemas. Él no espera que las cosas sucedan,
sólo actúa. La rutina no le sirve. Su vida es un constante cambio porque así se
lo propone.
Esta es la tendencia mundial. La realidad no cambia porque el
tiempo pase, cambia porque todos lo hacemos y somos los responsables de que las
cosas sucedan. Además, la velocidad del cambio es cada vez mayor. Pertenecemos
a un mundo globalizado donde todo está conectado, ya no hay aislamientos
comunicativos, la información circula libremente y de forma instantánea,
llegando a todos los rincones del planeta y cuando llega, inmediatamente nos
hace actuar, es decir, constantemente estamos cambiando nuestras conductas con
base a esa información. Pero no nos llega solamente a nosotros, todo el mundo
la recibe y hacen algo con ella. Por lo cual, los sistemas se modifican,
cambian y las empresas también.
Hoy, más que nunca, debemos estar preparados para ello. Al no
hacer nada con esa información, como dice House, simplemente nos quedaremos
atrás.
Si pensamos que la forma y las condiciones en que hacemos
nuestro trabajo serán siempre las mismas, estamos equivocados. Debemos ser
flexibles, manteniendo siempre una actitud receptiva frente a lo nuevo, a lo
desconocido. Es difícil, pero reconocerlo es el primer paso para afrontarlo, ya
estamos haciendo algo. No permanecemos de brazos cruzados. Hoy, las personas
realmente importantes para una empresa son las que siempre están preparadas
para el cambio, lo esperan como algo natural y positivo, que los beneficiará
directamente y también a su entorno.
Si queremos progresar como organización, no debemos quedarnos
atrás cuando el mundo entero está cambiando. Debemos cambiar con él y solo así
cada uno de nosotros podrá ir avanzando en el cumplimiento de sus metas
personales, que van de la mano con las de la organización.
Yo creo en ustedes, creo en nosotros como un gran equipo, que
le ha tocado enfrentar un rival muy complicado: el cambio.
La seguridad no es ajena al cambio. Cada día sabemos más de los
riesgos a los que nos exponemos en el trabajo, desde las tareas más simples a
las más complejas y especializadas. Cubrir cada detalle y posibilidad no es
solo una responsabilidad empresarial, sino también personal. Estas dos clases
de responsabilidad, la personal y la social, trabajan una con la otra, pero la
más importante es la personal, ya que solo podemos responsabilizarnos de
nuestras acciones y como éstas afectan a los demás.
Al hacernos responsables de nuestras propias decisiones en el
trabajo, ganamos confianza y seguridad para enfrentar nuevos desafíos.
Todos hemos sido informados respecto a las nuevas normas de
seguridad de nuestra empresa. Como usar siempre el equipo de protección que la
labor requiera o no realizar un trabajo si no se cuenta con todas las
herramientas necesarias.
Nos capacitamos y entendemos la importancia que tienen para
nuestra seguridad, para nuestra vida y para nuestras familias, pues son ellas
quienes nos esperan al final de cada jornada. Aun así, tenemos problemas para
adaptarnos a ellas. Es cierto que es un cambio difícil y que parece exagerado,
pero en materia de seguridad nada es excesivo. La empresa puede entregar todos
los implementos, las instrucciones, normativas e incluso podemos imponerlo como
una regla estricta, pero nada funcionará, ni será efectivo, si no somos
responsables de llevarla a cabo. No es algo que derive de una obligación, debe
nacer del interior de cada uno.
Tenemos que incorporar estas normas como algo cotidiano, una
parte más del trabajo, algo tan natural como alimentarnos todos los días,
tenemos que tener siempre la necesidad de cumplirlas. Según la Asociación
Chilena de Seguridad en el último año se han producido más de setenta mil
accidentes laborales, no podemos esperar estar exentos de ellos. Puede que un
día, alguno de nosotros, no llegue a casa luego de concluida la jornada
laboral, por culpa de un accidente fatal.
Nos hemos reunido aquí, para que hoy nos detengamos, dejemos de
lado nuestra atareada vida y nos tomemos un respiro. A veces, es bueno bajar el
ritmo, mirar hacia atrás y considerar las cosas que están pasando y que nos han
pasado. Vivimos tan sumergidos en la rutina, sin levantar la cabeza para mirar
a nuestro alrededor, que perdemos el sentido del tiempo. Como no percibimos los
cambios, la vida se nos pasa en un parpadeo, los meses y los años transcurren
sin sentido y lo único que notamos es que todos los días se vuelven el mismo.
En cambio, si nos concentramos en atender a los detalles, a todo eso que
diariamente se nos plantea como desafíos, creceremos como personas y cada día
tendrá un sentido diferente, ya no serán todos iguales. De eso se trata la
vida, de superar obstáculos, lo importante no es la meta sino el camino.
Gabriel García Márquez, destacado escritor colombiano, decía: “He aprendido que
el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera
felicidad está en subir la escarpada”.
Creo en sus capacidades personales y aún más en nuestra fuerza
como equipo. Somos un gran sistema, donde nada debe dejar de hacerse, ni el más
pequeño detalle cómo ponerse un implemento de seguridad o respetar una señal.
Nada sobra en lo que hacemos, todas las acciones se coordinan para que seamos
eficientes. Todo lo que hacen y deciden es importante. Por eso, quiero que
comprendan la situación, no solo eso, espero que sientan que ser responsables
no es algo que se deba tomar a la ligera, ya que tiene una importancia vital en
nuestro desarrollo como empresa y como personas.
Desde este momento se marcará un punto de inflexión en todos
nosotros, un punto en el que corregiremos el rumbo, cada logro, cada pequeño
detalle que cumplamos día a día, como adaptarnos a las nuevas normas de seguridad,
será una meta superada y a medida que nos propongamos nuevas y mayores metas,
personales o en conjunto; a medida que crezcan nuestros desafíos en materia de
responsabilidad, seguridad y sepamos superar ese cambio, los que finalmente
creceremos seremos nosotros.
Ricardo Carrión
Administrador del blog
No hay comentarios.:
Publicar un comentario